Se llama areola, no aureola, a la zona oscura que rodea el pezón. Yo no lo sabía.Entre el primero y el sexto mes de vida, los bebés pueden hacer del baño sólo una vez a la semana, ya que la leche materna se llega a asimilar hasta el cien por ciento. Yo no lo sabía.
Hay una técnica conocida como "de la hamburguesa" que sirve para colocar el pecho de la madre dentro de la boca del niño y que evita que se quiebren los pezones maternos. Yo no lo sabía.
Como seguramente se darán cuenta, el jueves pasado tuvimos nuestra clase de lactancia, a cargo de una mujer que pertenece a la Liga de la Leche. (Hay quienes creen que con el paso del tiempo, esta liga cambiará su nombre a la Liga de la Nata y después a la Liga del Queso).
No fui el único sorprendido por las cosas que ahí se dijeron. La mayoría de los asistentes estábamos llenos de mitos sobre darle el pecho a un hijo, que poco a poco se fueron reventando. Que si la madre necesita tomar cerveza para producir más leche; que si se asusta se le "corta" la producción láctea; que si la madre tiene los pechos pequeños el chamaco se queda con hambre...
Varias veces durante la lactosa plática, y supongo que con el fin de fortalecer sus argumentos sobre la naturalidad de esta práctica, la educadora nos pedía que pensáramos cómo le hacían en la época de las cavernas en donde no había leche de fórmula para sustituir a la de la madre o cerveza que sirviera para aumentar la producción del alimento.
Durante la clase, que paradógicamente estuvo repleta de comentarios mamilas, me sentí un poco avergonzado. ¿Necesita un pajarito saber de escalas musicales para producir su canto? ¿Un águila que no tomó clases de aerodinámica tiene el riesgo de abrir mal sus alas y poner en riesgo su vuelo? ¿Le tienen que enseñar a un canguro en dónde está la bolsa en donde debe guardar a sus crías? Creo que existe una sabiduría natural que concemos como instinto, y que heredamos como especie a la siguiente generación a través de los genes. El bochorno no era porque existiera una clase para amamantar a un hijo, sino porque me di cuenta que todos los que estábamos ahí la necesitábamos.
¿En qué momento dejamos de hacerle caso a nuestro instinto y empezamos a creerle más al anuncio de televisión? ¿Será que estos anuncios sustituyen al consejo que solían darnos las abuelas? ¿No nos damos cuenta que muchas de esas recomendaciones, incluidas algunas que recibimos de los médicos, son patrocinadas por laboratorios, hospitales y poderosas empresas trasnacionales?
Creo que esto explica una parte de la involución que como especie hemos sufrido en los últimos siglos. Hemos confiado más en la información que recibimos de la publicidad y de gente con buena voluntad pero mal informada, que en la que traemos en nuestros genes y que no tienen ningún otro interés que la permanencia de la raza humana en el planeta azul.
Ahora hay que leer libros especializados, consultar a expertos en el tema y sumergirse en las profundidades de la medicina más moderna para llegar a la conclusión de que todo lo que necesitamos saber sobre la maternidad y paternidad ya lo sabemos desde hace muchas generaciones, sólo que ahora tenemos que preguntárselo a nuestro propio cuerpo. ¿Confiaremos en la respuesta que nos dé?
1 comentario:
Qué interesante. Yo tengo algunas dudas nada más por curiosidad. Mi cuñada dice que no puede tomar alcohol ni comida picante porque está amamantando y eso puede afectar a su pequeña. Es cierto eso?
A mi me suena como si tomo alcohol, la leche va a saber a rompope y si como un chile relleno, la leche sabrá a crema poblana... Será necesario tanto sacrificio por alimentar a un bebé? En qué momento desapareció el mito de la cerveza tan fabuloso!!!
Y también me gustaría que contaran más sobre las terribles mentiras de los laboratorios farmacéuticos, eso siempre me interesa.
Espero que LOP puedan ampliar mis dudas.
Saludos,
Tania la preguntona
Publicar un comentario