Hoy fuimos a comer a la casa de Adriana y Víctor, mis sobrinos embarazados. Entre Adriana y la Jose sólo hay un día de diferencia de gestación. Fue una reunión familiar. Ahí, el abuelo de Julieta me preguntó si su nieta hablaría con acento argentino o mexicano. La verdad, no tengo la menor idea.
LOM ya casi no tiene acento, ni tucumano, ni catarmarqueño, ni cordobés. Las mudanzas, dice, no le daban tiempo de arraigar los tonos locales en su ser. Con cinco años en México, ya tampoco usa el vos, sino el tú. Todavía tiene muchas palabras oriundas de sus pagos. Que si le gustó una campera; que si está chocha con el embarazo; que si tal o cual es un (a) boludo (a)... Yo no detecto un tono mexicano cuando habla, pero es probable que tampoco sea capaz de descubrirlo.
EOP, en cambio, es un chilangazo de tercera... generación, no vayan ustedes a confundirse. Casi no hay frase que pronuncie sin que contenga un término de pachuco ochentero, aunque ahora tenga un look, más bien sesentero. Que si algo está muy chido, que si ví una película muy fresa o que si alguien se petateó.
La pregunta del abuelo de la Juli es la de los 64,000 pesos y LOM y yo nos la hacemos casi todo el tiempo: ¿tendrá el pelo como tú? ¿tendrá la nariz como yo?; ¿le gustarán las tiendas como a ti? ¿le gustará el vodka como a mi?; ¿estudiará una ingeniería como tú? ¿odiará la escuela como yo?; ¿será enojona o será el sereno...? Yo supongo que poco a poco vamos a descubrir quién (diablos) es Julieta, qué cosas heredó de alguno de los dos y cuáles traía consigo.
Antes de ir a la reunión, acudimos a nuestra cita mensual con el ginecólogo. Le hizo un ultrasonido a la Jose y pudimos ver cómo Julieta desayunaba un delicioso bocado de líquido amniótico. Mientras el doctor revisaba que las dimensiones de la Juli estuvieran acordes con sus semanas de edad (el lunes que entra cumple 28 y todo está bien por fortuna), los maravillados padres vimos algo que no sabemos si es un rasgo de alguno de los dos o es de las cosas que ya trae Julieta consigo . Vean este video y observen lo que hace la mano derecha de esta hermosa criatura, casi al final de la película.
Por favor, no me hagan explicarlo. Cuando lo vimos en el consultorio, ni Josefina ni yo hicimos comentario alguno que no fuera "Qué linda se ve". Pero saliendo de ahí recordé esa frase que los mayores solían decirle a los niños cuando hacían travesuras frente a un desconocido: "Te luces cuando hay visitas". ¿Se lució por primera vez Julieta enfrente al doc? ¿De quién heredó esa seña? ¿De EOP? ¿De LOM?
Mmmm, ahora que recuerdo, alguna vez escuché que hay mucha información genética que se salta una generación, tal como el color de los ojos o el de la piel. A eso se le llama "abuelear". El caso está resuelto. Ahora sólo falta saber si el origen de esta seña está en el hemisferio norte o en el sur del continente. ¿Ustedes qué creen?
sábado, 25 de agosto de 2007
viernes, 24 de agosto de 2007
La mejor lección
Es cierto: existe una escuela para padres. Es verdad: mucha gente comparte contigo su experiencia en embarazos. Es innegable: muchas de las cosas que te dicen los cursos, amigos y familiares son cosas con las que uno no concuerda o duda que sean ciertas, al menos tal y como te las cuentan.... Sin embargo, hay algo que tienen en común la mayoría de estas lecciones, consejos y recomendaciones: el cariño con el que te dan esa información.
Esta sensación la tengo en el curso psicoprofi(ga)láctico, pero sobretodo lo siento cuando hablo del embarazo con amigos y familiares. Todo lo que te dicen, sin pensar en si es mito o realidad, suena a que quieren que te sientas apoyado en esta etapa que estás pasando como pareja y como padre.
Esto es lo que he sentido cuando comento cosas del embarazo con una compañera de la oficina, a la que primero admiré como colega periodista y desde hace algún tiempo lo hago como ser humano. Me gustaría contar aquí muchas cosas de ella, y si lo evito no es por prudencia, sino por limitaciones profesionales, porque nadie contaría tan bien sus historias como ella misma. Me he sorprendido muchas veces con los personajes de sus anécdotas, en donde lo mismo existen enigmáticos traileros que historias de amor fabricadas en una carpintería.
Pues con ella me pasa eso de sentir cariñito cuando se interesa por Julieta y por Josefina. O cuando me ha llevado a la oficina los libros que nos ha prestado sobre el embarazo (en la foto, el segundo -muy bueno, dice LOM-y el tercero -pendiente por leer- de izquierda a derecha), los cuales ya figuran en la mesita de luz de la Jose (Yo prefiero esperarme a que salga la película).
Este es el tipo de cosas que me dejan claro que la primera lección de un embarazo no tiene que ver con técnicas de respiración o con saber elevar al quinto piso el perineo, sino con el amor y el cariño que una nueva vida genera en la humanidad, empezando por los padres y expandiéndose rápidamente en todos los que están cerca de un milagro como éste.
Xanic, mi admirada Xanic (en esta foto con LOM), es la mujer de quien hablo. La Jose la conoció personalmente dos días antes de que se supiera embarazada. Para ese entonces ya me había escuchado hablar de ella muchas veces, incluída la ocasión que se me pasaron las copas en Xaniclandia, en aquella fiesta de la cual me acuerdo de más cosas de las que me gustaría.
Gracias Xanic por el interés en este embarazo y por tu curiosidad alerta a todas horas. Sé que eres muy penosa, pero a pesar de ello, estoy seguro que este post no te abochornará tanto como a Julieta mi cursilería.
Esta sensación la tengo en el curso psicoprofi(ga)láctico, pero sobretodo lo siento cuando hablo del embarazo con amigos y familiares. Todo lo que te dicen, sin pensar en si es mito o realidad, suena a que quieren que te sientas apoyado en esta etapa que estás pasando como pareja y como padre.
Pues con ella me pasa eso de sentir cariñito cuando se interesa por Julieta y por Josefina. O cuando me ha llevado a la oficina los libros que nos ha prestado sobre el embarazo (en la foto, el segundo -muy bueno, dice LOM-y el tercero -pendiente por leer- de izquierda a derecha), los cuales ya figuran en la mesita de luz de la Jose (Yo prefiero esperarme a que salga la película).
Este es el tipo de cosas que me dejan claro que la primera lección de un embarazo no tiene que ver con técnicas de respiración o con saber elevar al quinto piso el perineo, sino con el amor y el cariño que una nueva vida genera en la humanidad, empezando por los padres y expandiéndose rápidamente en todos los que están cerca de un milagro como éste.
Gracias Xanic por el interés en este embarazo y por tu curiosidad alerta a todas horas. Sé que eres muy penosa, pero a pesar de ello, estoy seguro que este post no te abochornará tanto como a Julieta mi cursilería.
jueves, 23 de agosto de 2007
"Me quiere la escoba..."
Creo que ya no queda nadie en este mundo a quien no le haya dicho todo lo que me gusta el curso psico-profi-galáctico que estamos tomando la Jose y yo. Es la escuela para padres que muchos padres suelen decir que no existe (este argumento era típico de algunos papás cuando su hijo les reclamaba algo, pero como sí existe, ¿ahora qué le voy a decir a Julieta?)
Ahí, uno realmente se siente como en la escuela, pero con varias ventajas: se asiste sólo una vez a la semana, se toman las clases acostados en cómodas colchonetas rodeados de cojines, se anda por el salón sin zapatos, nadie deja tarea y te puedes dormir un ratito antes de terminar la lección. Por si esto fuera poco, andas con la chava de la clase que más te gusta. (Injurian quienes crean que yo ya hacía todo esto cuando iba a la universidad.)
Pues en la clase más reciente nos dieron una gran idea, ahora que se acercan los baby showers: que en lugar de los regalitos típicos como chambritas y camisetitas para los recién nacidos, los amigos y la familia le regalen a los papás vales, por ejemplo, para hacer una tarea de la casa. ¿Se imaginan? Recibiríamos tarjetas que dirían "Vale por una lavada de trastes"; "Vale por una barrida y trapeada de la sala y el comedor"; "Vale por una comida cocinada en casa". La idea es que de esta forma los papás ahorrarían tiempo en las labores de limpieza y lo dedicarían a estar más tiempo con su hijo.
Suena muy bien la propuesta, pero pensándolo bien, quizá sea difícil ponerla en práctica. Es muy probable que al hacerlo uno se sienta como cuando recibía ropa de regalo de cumpleaños o de Navidad. Cero divertido. Además, ¿qué pensarían ustedes si se enteran que sus papás cambiaron las chambras que su familia y amigos querían regalarles por tareas caseras? Mmmmmm.

Ya lo pensé bien y creo que lo mejor será renovar mis guantes de plástico y seguir viendo catálogos como éste para renovar mi kit de limpieza. ¿Alguna sugerencia de color?
Ahí, uno realmente se siente como en la escuela, pero con varias ventajas: se asiste sólo una vez a la semana, se toman las clases acostados en cómodas colchonetas rodeados de cojines, se anda por el salón sin zapatos, nadie deja tarea y te puedes dormir un ratito antes de terminar la lección. Por si esto fuera poco, andas con la chava de la clase que más te gusta. (Injurian quienes crean que yo ya hacía todo esto cuando iba a la universidad.)
Pues en la clase más reciente nos dieron una gran idea, ahora que se acercan los baby showers: que en lugar de los regalitos típicos como chambritas y camisetitas para los recién nacidos, los amigos y la familia le regalen a los papás vales, por ejemplo, para hacer una tarea de la casa. ¿Se imaginan? Recibiríamos tarjetas que dirían "Vale por una lavada de trastes"; "Vale por una barrida y trapeada de la sala y el comedor"; "Vale por una comida cocinada en casa". La idea es que de esta forma los papás ahorrarían tiempo en las labores de limpieza y lo dedicarían a estar más tiempo con su hijo.
Suena muy bien la propuesta, pero pensándolo bien, quizá sea difícil ponerla en práctica. Es muy probable que al hacerlo uno se sienta como cuando recibía ropa de regalo de cumpleaños o de Navidad. Cero divertido. Además, ¿qué pensarían ustedes si se enteran que sus papás cambiaron las chambras que su familia y amigos querían regalarles por tareas caseras? Mmmmmm.

Ya lo pensé bien y creo que lo mejor será renovar mis guantes de plástico y seguir viendo catálogos como éste para renovar mi kit de limpieza. ¿Alguna sugerencia de color?
miércoles, 22 de agosto de 2007
Lo que se hereda...
Dicen que lo que se hereda no se hurta. Creo que éste es EL caso.
Ayer le avisé a mi esposa que llegaría tarde porque iría a jugar billar con unos amigos. Eso de "jugar" fue un mero eufemismo, pues meter pesadas bolas en buchacas imposibles de atinar cuando se empuja el esférico con un miserable y cuhezco palito, tiene muy poco de divertido. Lo que a uno en verdad lo anima a seguir intentándolo son los sorbos de vodka y cerveza que nos acompañan entre tiro y tiro. Allende, claro, de una conversación casi velada.
Antes de llegar al santuario del pool, como a eso de las 17:00 horas, (Josefina me corrije en la madrugada y me dice que eran las 19:00 horas) le pregunté a LOM (La Orgullosa Madre, para seguir con los acrónimos), si todo estaba bien. Ésta es una de esas preguntas inútiles que lo único que hacen es bajar el remordimiento de que uno la va a pasar bien con los cuates mientras la madre sigue empollando en la casa.
Me dijo que sí. Peeeeeero, ingenuo de mi, no reparé en que cuando la llamé, ella estaba en una tienda llamada Sears. Lo único que me acuerdo ahora es que me comentó que buscaba "algo" para Julieta.
Cuando hoy llego a mi casa, a la 1:53 am del miércoles, me encuentro con la siguiente escena:

Debo reconocer que en esta coleccíón Otoño-Invierno hay cosas de fabricación casera, producto de la creatividad, angustia, habilidad y nerviosismo de mi esposa. Algunas de las prendas de diseñador (el diseño es de JRNY o Josefina Ricaud New York) son las siguientes:

Esto no quita que ahora esté convencido que el consumismo sea un mal genético y que desde ahora empiece a resignarme a que la Julieta sea tan compulsiva para las compras como lo es hoy LOM.
En todo caso, debo confesar algo: no me importa que así sea. Las amo a las dos y qué más da si a ellas les gusta ir a dejar su dinero en las tiendas. Si a mi me da por dejar el mio en donde no le atino ni a las buchacas más grandes, cuantimás lo pueden hacer ellas que al menos llegan con algo a la casa y no como otros, que llegamos con las manos vacías (aunque eso sí, con el corazón contento...)
Ayer le avisé a mi esposa que llegaría tarde porque iría a jugar billar con unos amigos. Eso de "jugar" fue un mero eufemismo, pues meter pesadas bolas en buchacas imposibles de atinar cuando se empuja el esférico con un miserable y cuhezco palito, tiene muy poco de divertido. Lo que a uno en verdad lo anima a seguir intentándolo son los sorbos de vodka y cerveza que nos acompañan entre tiro y tiro. Allende, claro, de una conversación casi velada.
Antes de llegar al santuario del pool, como a eso de las 17:00 horas, (Josefina me corrije en la madrugada y me dice que eran las 19:00 horas) le pregunté a LOM (La Orgullosa Madre, para seguir con los acrónimos), si todo estaba bien. Ésta es una de esas preguntas inútiles que lo único que hacen es bajar el remordimiento de que uno la va a pasar bien con los cuates mientras la madre sigue empollando en la casa.
Me dijo que sí. Peeeeeero, ingenuo de mi, no reparé en que cuando la llamé, ella estaba en una tienda llamada Sears. Lo único que me acuerdo ahora es que me comentó que buscaba "algo" para Julieta.
Cuando hoy llego a mi casa, a la 1:53 am del miércoles, me encuentro con la siguiente escena:
Debo reconocer que en esta coleccíón Otoño-Invierno hay cosas de fabricación casera, producto de la creatividad, angustia, habilidad y nerviosismo de mi esposa. Algunas de las prendas de diseñador (el diseño es de JRNY o Josefina Ricaud New York) son las siguientes:
Esto no quita que ahora esté convencido que el consumismo sea un mal genético y que desde ahora empiece a resignarme a que la Julieta sea tan compulsiva para las compras como lo es hoy LOM.
En todo caso, debo confesar algo: no me importa que así sea. Las amo a las dos y qué más da si a ellas les gusta ir a dejar su dinero en las tiendas. Si a mi me da por dejar el mio en donde no le atino ni a las buchacas más grandes, cuantimás lo pueden hacer ellas que al menos llegan con algo a la casa y no como otros, que llegamos con las manos vacías (aunque eso sí, con el corazón contento...)
martes, 21 de agosto de 2007
Cero angustias
Hay miles de razones para angustiarse y todas ellas pueden ser igual de buenas. Por ejemplo, el clima. Los que viven en la Península de Yucatán hoy tienen buenos argumentos para sentirse así. Como mi hermanita Gloria y su familia, que viven en Cancún y que desde ayer en la tarde se abrazaron a una palmera y se amarraron unos cocos a los zapatos para no volar por los vientos huracanados de Dean.
A mi, una de las cosas que más me angustia son los trámites. Todos me alteran por igual. No importa si es la renovación de la licencia (sólo la he sacado tres veces en mi vida y eso que ya llevo casi 20 años manejando) o el pago de los impuestos. Invariablemente, siempre tengo la misma fantasia: llego y me formo en la fila más corta, luego, las demás filas empiezan a avanzar y la mia se queda igual. Pasa mucho tiempo y cuando por fin avanzo y me toca el turno, el burócrata correspondiente me dice que ésa no es la ventanilla correcta. Noto entonces que la fila apropiada es la que estaba vacía cuando llegué, pero que a esas horas ya es tan larga que hasta se sale de la oficina. Pasa mucho, mucho tiempo más, y cuando me vuelvo a topar con otro funcionario escucho una risita como la de Nelson, el de los Simpson, diciendo: "HA-ha!!! Le faltó su fe de bautismo y una carta de buena conducta expedida por su maestra de moral de la preprimaria... Vuelva mañana".
Sin embargo, estos son momentos en que nadie debe estar angustiado. Ni siquiera los embarazados que no tenemos ni la menor idea de lo que nos espera como padres primerizos. Por eso voy a ocupar este post en mostrar las cosas lindas de la vida. Por ejemplo, cómo cambia una persona en el curso de tres semanas. Se trata de una mujer muy guapa, que ahora casualmente está embarazada.
Mírenla bien en esta primera foto.

Ahora chéquenla en esta otra. Esta segunda imagen se la tomé el domingo pasado, en uno de los tantos rinconcitos de mi humilde casita:

Misma chulada de vieja, pero con más panza!!! Y sólo pasaron tres semanas. Intuyo que algo tiene que ver el embarazo, pero aún no lo he podido comprobar. Por cierto, ayer dije que lo incubado por esta mujer había cumplido 26 semanas de gestación. Corrijo, cumplió 27.
Por último, no se crean eso de que la segunda foto la tomamos en un rincón de la casa. De hecho, es el baño de la servidumbre. Obvio, del servicio de entrada por salida. Ellos no son tan exigentes y con una alberca y unos cuantos camastros se las arreglan. Ya en serio, es un hotel de Malinalco, Estado de México, en donde pasamos este fin de semana, celebrando lo que la fresez llama "Babymoon".
Jose, como decía al principio, hay mil motivos para estar angustiado. Pero estoy seguro que siempre habrá mil y un razones para estar felices, sentirse dichosos, actuar serenos y vivir contentos. En nuestro caso, esta "pequeña" diferencia ya tiene hasta nombre: Julieta.
A mi, una de las cosas que más me angustia son los trámites. Todos me alteran por igual. No importa si es la renovación de la licencia (sólo la he sacado tres veces en mi vida y eso que ya llevo casi 20 años manejando) o el pago de los impuestos. Invariablemente, siempre tengo la misma fantasia: llego y me formo en la fila más corta, luego, las demás filas empiezan a avanzar y la mia se queda igual. Pasa mucho tiempo y cuando por fin avanzo y me toca el turno, el burócrata correspondiente me dice que ésa no es la ventanilla correcta. Noto entonces que la fila apropiada es la que estaba vacía cuando llegué, pero que a esas horas ya es tan larga que hasta se sale de la oficina. Pasa mucho, mucho tiempo más, y cuando me vuelvo a topar con otro funcionario escucho una risita como la de Nelson, el de los Simpson, diciendo: "HA-ha!!! Le faltó su fe de bautismo y una carta de buena conducta expedida por su maestra de moral de la preprimaria... Vuelva mañana".
Sin embargo, estos son momentos en que nadie debe estar angustiado. Ni siquiera los embarazados que no tenemos ni la menor idea de lo que nos espera como padres primerizos. Por eso voy a ocupar este post en mostrar las cosas lindas de la vida. Por ejemplo, cómo cambia una persona en el curso de tres semanas. Se trata de una mujer muy guapa, que ahora casualmente está embarazada.
Mírenla bien en esta primera foto.
Ahora chéquenla en esta otra. Esta segunda imagen se la tomé el domingo pasado, en uno de los tantos rinconcitos de mi humilde casita:
Misma chulada de vieja, pero con más panza!!! Y sólo pasaron tres semanas. Intuyo que algo tiene que ver el embarazo, pero aún no lo he podido comprobar. Por cierto, ayer dije que lo incubado por esta mujer había cumplido 26 semanas de gestación. Corrijo, cumplió 27.
Por último, no se crean eso de que la segunda foto la tomamos en un rincón de la casa. De hecho, es el baño de la servidumbre. Obvio, del servicio de entrada por salida. Ellos no son tan exigentes y con una alberca y unos cuantos camastros se las arreglan. Ya en serio, es un hotel de Malinalco, Estado de México, en donde pasamos este fin de semana, celebrando lo que la fresez llama "Babymoon".
Jose, como decía al principio, hay mil motivos para estar angustiado. Pero estoy seguro que siempre habrá mil y un razones para estar felices, sentirse dichosos, actuar serenos y vivir contentos. En nuestro caso, esta "pequeña" diferencia ya tiene hasta nombre: Julieta.
lunes, 20 de agosto de 2007
Pura fiesta...

Ayer cumplió seis meses Julieta. Hoy cumple 26 semanas. "Los 19 cumple meses; los lunes, semanas...", por fin me lo aprendí. La más feliz es Josefina (de que me aprendí los días que cumple algo Julieta y así deje de preguntarle... bueno, y también de que la Juli cumpla algo).
De regalo, comparto hoy una imagen que data de algún día ocurrido entre julio y octubre de 2002. Él trabajaba en un periódico; ella, en un laboratorio farmacéutico. Eran épocas de fiesta, mucha fiesta. Y viajes, muchos viajes. Y de... mejor me callo.
La música que estábamos bailando era un cuarteto, este ritmo cordobés que se baila como merengue, pero a 1,000 km/hora, con un ritmo de "chunta, chunta, chunta, chunta, chunta...".
El dibujo lo hizo un cartonista muy popular que trabajaba en el mismo diario. Pobrecito, los problemas que tuvo que pasar para que nos estuviéramos quietos mientras él hacía los trazos. Pero yo quería que la imagen fuera lo más real posible. Sólo espero acordarme de su nombre antes de que su obra valga millones. A lo mejor de ahí sale para la dote de la Juli...
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Semana 27
domingo, 19 de agosto de 2007
Primero, lo primero
¿Quién es Julieta? Julieta es la chavita que está a la derecha de la foto (sí, la de mirada enigmática). La de la izquierda (la de mirada miope) es su mamá, Josefina. Josefina es esposa de quien esto escribe, Adolfo, padre de Julieta (y, adivinen: también de mirada miope).
Julieta —o Juli, o Juliet— cumple hoy seis meses de vida, bueno, de vida intrauterina. Y para celebrarlo nos ha pedido a Los Orgullosos Padres (LOP) que por fin abramos este espacio, el cual ya teníamos pendiente desde el 19 de marzo pasado, cuando vimos que se pintó de rosa una prueba de embarazo (medio lentos los papis, no?).
Rosa, la prueba estaba rosa. Recuerdo que, además del shock de saberme fértil (órale, era cierto lo que dicen en la tele...), de inmediato me sentí padre de un nena. Luego me enteré que el color no indicaba el sexo, sino que mostraba "solamente" que estábamos embarazados. Yo, sin embargo, mantuve firme pero callada mi desinformada creencia de que en camino venía una nena. Luego, el Doc que tomó la foto que ahora ven de Julieta, nos dijo: "¿Ven esa figura entre las piernitas, ésa que parece un grano de café? Eso significa que es mujercita".
Ojalá que a estas alturas ese granito que Julieta mostró sin pudor no se haya convertido en cualquier figura cilíndrica y alargada, porque ya tenemos mucha ropita de colores pálidos y no creo que la dejaríamos de usar si acaso hubo un error de apreciación, aunque éste haya sido del tamaño de un grano de café.
Hoy es el primer post de muchos. LOP lo hacemos con la intención de compartir estos momentos con la gente que queremos y para mantener al día a la familia y a los amigos que están lejos (sólo geográficamente, eh, porque no se puede estar más cerca de uno que cuando se está en el corazón y ahí mero es donde todos ustedes están) .
Prometo tardar menos de seis meses en subir el siguiente post, con todo y foto. Y tienen mi palabra que convenceré a la madre de que dedique unas palabras a este espacio. Aunque por ello me quede sin cena.
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