El jueves de la semana pasada llegué a mi casa como a eso de las seis de la tarde, cuando LOM aún no había llegado. Éste es el día que vamos a la escuela para padres, y como la clase comienza a las siete y media, me da tiempo de comer algo en la casa y ver un poco de esos horribles programas donde dicen puros chismes sobre los artistas (Yo no me los pierdo... quiero decir, ejem, a veces los veo para argumentar lo más solidamente posible mi crítica en contra de ellos y así evitar los juicios sin sustento ni elementos de prueba.)Pues esa tarde me encontré con que LOM estaba enojada... otra vez. ¿La causa? No haberla acompañado a dormir una noche... no, eso fue el martes. Entonces fue porque no había conexión a internet... no, tampoco, eso fue la semana anterior. Esperen, creo que fue porque no habían traído la cuna... no, menos, eso fue hace tres semanas... Ah, ya me acordé, el reclamo fue que según ella, estaba pasando más tiempo escribiendo este blogg que acariciando su panza.
En realidad, podría enumerar muchos de sus enojos más recientes. (Mientras escribía este post, por ejemplo, empezó a enojarse porque no la dejé leer el primer párrafo que escribí). Aunque para ser sinceros también debo decir que por cada uno de sus enojos ha habido en ella una muestra de alegría inconmensurable. En esos momentos LOM se ríe, hace caras graciosas, baila, bromea... hasta ha llegado a reirse de mis chistes.
Entre estos extremos hay un amplio catálogo de emociones entre los que se pueden contar los momentos reflexivos (se queda ausente pensando en no se qué), los de angustia (se pone a hacer mil tareas de la casa), los de tristeza y melancolía (se pone peor que yo cada vez que veo El Gran Pez)... En resumen, diría que la Jose está tan sensible... ¡como una embarazada!
Ayer, durante la comida, hablaba (me quejaba, en realidad) de esto con los compañeros de la oficina y una chava embarazada que estaba sentada en la mesa de junto me escuchó y me dijo. "Tienes razón, a veces hasta me da pena con mi pareja mis cambios humor".
He leído en varios sitios de internet que esto se debe a los cambios hormonales de las madres en ciernes. Y que estos cambios cesan hasta varios meses después del parto. Ninguna mujer con experiencia en estas lides, a las que les he preguntado sobre este periodo, se atreve a decir cuántos meses dura esta hipersensibilidad (me temo que si no me dicen, no es porque lo ignoren, sino por solidaridad con las del mismo gremio). Sospecho que es mucho tiempo.
Esta explicación de las hormonas me deja tranquilo en lo biológico. Pero en lo emocional, me cuesta trabajo seguirle el ritmo a sus cambios, sobre todo porque hay otras facetas que disfruto mucho y de inmediato me engancho cuando la onda es de alegría y optimismo.
Pensando que era una cuestión de ignorancia o de falta de curiosidad de las futuras madres, me di a la tarea de buscar en internet recomendaciones para manejar estos cambios de ánimo. No encontré nada. Sólo describen el síntoma y la causa, pero no dicen nada del remedio. En todo caso, tampoco hay consejos para los papás que padecen estos cambios de ánimo, excepto el muy trillado lugar común: "apapacharlas, atenderlas y quererlas mucho".
Afortunadamente, LOM ya estaba como si nada hubiera pasado 10 minutos después de que me negué a enseñarle lo que llevaba del post. Por eso me animé a consultarle sobre el tema.
- Jose, ¿sabes en dónde puedo encontrar algo sobre las emociones de las embarazadas?
- Eso es un tema muy amplio, ¿qué quieres saber exactamente?, dijo tranquila.
- Algo acerca de los cambios de humor, respondí discreto.
- Sé más preciso. Empezó a ponerse seria.
- Mmmm, ¿qué hacen las embarazadas para controlar sus cambios de humor? Por ejemplo, ¿tú qué haces para controlarlos?
- Nada, ¿debería de hacerlo?, preguntó ya seca.
Ya sé que fue una impertinencia, pero insistí un poco más.
- ¿Y en los libros que has leído has encontrado algunos consejos para manejar esos cambios de humor?
- ¿Quieres que tenga uno ahora?, dijo en una mezcla de respuesta, pregunta y amenaza.
- No, no gracias. Regresé al teclado.
En la escuela de padres hemos hablado sobre los cambios de humor que ellas tienen, pero tampoco ha habido recomendaciones, ni para controlarlos (para ellas), ni para soportarlos (para nosotros).
Estoy llegando a la conclusión de que la naturaleza es tan sabia que quizá esta estapa sea parte de un entrenamiento subrepticio al padre para que éste pueda lidiar con un recién nacido. Nadie puede razonar con bebé: puede tener hambre, aunque acabe de comer. O puede hacerse del baño, aunque lo acaben de cambiar. Y puede llorar y llorar (coro: "llorar y llorar"), aunque sea la medianoche y al día siguiente uno tenga que ir a trabajar. Sólo así tiene sentido eso que párrafos arriba llamé "lugar común". Y tanto al bebé como a la madre, sólo nos queda... apapacharlos, atenderlos y quererlos mucho.
(Anoche, cuando terminé este post, la Jose estaba de lo más alegre y contenta. Eso, sin embargo, no es suficiente para asegurar que LOM no se enojará luego de leer lo que escribí. Mañana les cuento qué pasó...)
4 comentarios:
Definitivamente todas las mujeres tenemos ese enemigo de los cambios de humor (llámese embarazo, menstruación o menopausia). Siempre luchamos contra ellos. Lo único que le aconsejo a Roberto en esos casos, es alejarse de mí, no hablarme y esperar a que mejore mi humor. No sé si eso funcione con LOM o ignorarla sea algo que la haga enfurecer más...Pero podrías presentarle la opción.
Saludos, Tania
Amigo:
Las que tienen o estan teniendo hijos, porque estan teniendo hijos.
Las que (aún??) no tenemos hijos, porque no tenemos hijos.
Total que resultamos hormonales.
O las parejas descubren todo lo que la sociedad les ha hecho (dicen libros de los últimos años) para no entrar en contacto con sus propias hormonas y sus propios sentimientos...
Vuelta a los 70s, revisar que la 'naturalización' de lo femenino como sensible es porque ustedes se iban de caza y nosotras nos quedábamos en cosechar la tierra con las crías?
(es sólo derivada de la división sexual del trabajo?)
En cualquier caso, me alegra que lo descubran y lo disfruten (y nada de que esto es inentendible; este blog advierte lo rico y divertido de las complejidades!)
Me encanta reafirmar mi complejidad a través de la escasa simpleza que tienen quienes me rodean. Para mi, la neta está en el mar adentro, no tan profundo, pero si en lo oscurito. Y ahí creo que está el pensamiento del par que escribió antes que yo en este post. ¿Lo "divertido" de las complejidades? Ja. Clau, quizás te refieras al primo hermano de lo divertido, que es lo absurdo, pero siendo sinceros, lo complejo también tiene su dosis de dramatismo. Pero me gusta eso de la "naturalización de lo femenino". Mi pregunta sigue siendo cuál es la mia.
EOP
Lo rico de este blog está la riqueza de la espera... y de la vida. Viva Juli!
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