Lo que se me antoja contarles hoy es algo que he pensado a raíz de un correo que recibí la semana pasada de mi amiga Tania, que hace poco dejó la oficina, la soltería y el país que la vio nacer (a cambio, hay que decirlo, se lanzó a la aventura de una nueva actividad, acompañando a un nuevo esposo, que a su vez tenía un nuevo trabajo, en una ciudad no tan nueva del sur de EU).
Lo que me dijo Tanius estaba relacionado con el post del miércoles pasado, el cual escribí cuando regresé de una salida con los cuates para jugar billar y donde daba mi pronóstico de que Julieta heredaría el chip consumista de su madre. La siguiente fue la respuesta de Tania: "Lo que EOP no ha pensado es qué pasa si Julieta hereda el gusto por el billar, las chelas y el vodka, además de la afición de LOM por el shopping?" Buena pregunta ¿qué pasaría?
Me gustaría que la respuesta inmediata fuera "nada, no pasaría nada" pero no puedo dejar de pensar en toda la carga que le ponemos los padres y en general, los adultos, al género y a las actividades asociadas comunmente a los hombres y a las mujeres. Pensaba, para empezar, que es muy probable que este blog no inició antes porque no sabíamos el sexo del crío. Y, seguramente, ahora que se que es una niña, me permito en exceso las palabras dulces y cariñosas (insisto, rompí el cursilerímetro). Supongo ahora que si el futuro nos deparara un niño, escribiría con términos más asociados al vocabulario masculino.
Creo que proyecté mis prejuicios sobre los géneros cuando dije que era más probable que Julieta heredara la pasión por las compras a que echara la chela con sus amigos. Tómala padre primerizo!!!! Como dicen en mi tierra: pa' que te eduques... Si les digo: Julieta aún no nace y ya podría llenar un cuaderno con todas las invaluables lecciones que he recibido (que me acuerde en el futuro de ellas es otra cosa, eh).
Confío, sin embargo, en que el tiempo y la rebeldía -deseable- de Julieta me ayudarán a sacudirme esos prejuicios y que el día de mañana pueda escuchar, sin ningún rasgo de desconcierto, confusión o asombro, que mo hija quiere jugar rugby, lucha libre o cualquier actividad que se le antoje, sin que sea condicionada por nadie a ser o hacer lo que uno cree que está bien. No cabe duda que los hijos son los espejos que reflejan más fielmente a los padres. Me siento como si estuviera a punto de entrar a un curso intensivo sobre mi mismo. Y temo reprobar...
Mi amiga Tanius. No usa perro, ni canta en el metro mientras toca las maracas. Sólo que era el día de su boda y estaba feliz después de cantarle al oído a su "trébol de buena suerte"...
2 comentarios:
Mis estimados LOP's, aquí el "trébol de la buena suerte" de Tania escribiendo desde el caluroso Austin, Texas.
Solamente para decirles muchas felicidades y gracias por compartir con nosotros LOL's (Los Orgullosos Lectores) su alegría. Cada palabra contagia felicidad.
Un abrazote a los dos y ojalá LOM me mande una pizza de esas que hace!!!
Saludos,
Roberto
Este mensaje va para EOP: Felicidades por romper el "cursilimetro", ya era hora!!! No pasa nada, que padre que disfrutes tanto!!!
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