Siento la confusión que causó el post de ayer, pero es que he estado tan angustiado que primero se me ocurrió escribir mis fantasías más horribles sobre el momento del parto. Entonces me imaginaba atrapado en el tráfico de lunes en la mañana, sin pila en el celular y sabiendo que LOM estaba en plenas contracciones. Me pareció tan angustiante lo que fantaseaba que podía pasar en el Día D que mejor escribí la versión opuesta. Eso me obligó a pensar en el parto perfecto y, si fuera cierto lo que dicen mis amigos esotéricos, de paso pedirle al Universo que conspirara a favor de dicho escenario. Así surgió el post de ayer. Hoy, en cambio, tocaba el turno al escenario dos, que era el original y donde Murphy, el de la ley, estaba presente todo el tiempo. Le dí a leer un borrador a LOM y se puso muy nerviosa. Me dijo que el texto transmitía angustia ("Y vos, ¿qué creés que estoy sintiendo?", me y le pregunté mentalmente en su idioma). En todo caso, preferí no publicarlo para evitar confusiones en los lectores y en el Universo (y que conste que aún no veo la película El Secreto). Así fue como me uní al Club de los Optimistas y, por favor, no me dejen salir de aquí. ¿Ok?
PD: Ja ja ja ja ja... me imaginé una escena en donde estoy yo frente a un grupo de gente que pertenece a un club llamado "Libérate de Murphy" con el siguiente diálogo:
- Hola, soy Adolfo.
- Hola Adolfo -responden los presentes.
- Y yo soy... soy... soy...
- Dilo, tú puedes -me animan algunos de la fila de hasta adelante.
- Soy... un... pesimistaaaa. Buaaaaa!!!!!!!
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2 comentarios:
Hola Adolfo,
No te sientas mal. No eres un pesimista... Yo creo que el futuro siempre crea incertidumbre y si todos tus pensamientos fueran positivos entonces se llamaría certidumbre, no? Lo que debes evitar es tener la certidumbre que todo saldrá mal. Mejor manténte en la incertidumbre mientras llega el momento tan esperado.
Yo lo comparo con mi boda. Cada vez que la soñaba, veía que en plena entrada se me rompía el zapato, que no había recogido el vestido a tiempo, que se me pasaba el tiempo viendo unos accesorios en una tienda y no me daba cuenta que ya tenía que estar en la iglesia a esas horas...
No podía evitar tanta angustia en mi cabeza.
Eso sí, con cada sueño, si soñaba con el zapato, a los pocos días, iba a comprarlos a la tienda y me fijaba que tuvieran un tacón resistente.
Y creo que cada cosa que soñaba era proyección de otras que ya había vivido. Miles de veces, me había sentido presionada para arreglarme y salir a tiempo. Y al final, siempre salía con alguna estropeada en mi arreglo: maquillaje en el vestido, olvidando los aretes, etc, etc. Y era frustrante querer verme bien y salir peor de lo que yo quería.
Y en el día que quería que todo fuera perfecto, temía que me volviera a pasar lo mismo de tantas veces.
Seguro tú has estado muchas veces angustiado en el tráfico mirando cómo avanza el reloj y tu auto no. O has querido llamar y tu celular falla... etc, etc. Y temes que justo eso pase en un día tan especial. Y ahora sientes una gran responsabilidad. Josefina sólo podrá sentir contracciones mientras tú tienes que arreglártelas para llegar y llegar bien.
Creo que los momentos importantes de nuestra vida nos provocan muchas alegrías, pero también muchas angustias.
Así es que todos esas pesadillas sólo tómalas como precauciones de qué es lo que no quieres que te pase. Y qué puedes hacer para evitarlo o si ocurre, para superarlo.
Casi todo salió perfecto el día de nuestra boda. Salvo que la mujer que me depiló con cera caliente el mostacho un día antes, se le pasó la mano y me quemó cerca de la boca... Mi tía, la maquillista, logró cubrirlo con un poco con maquillaje.
Pero la gente que se me acercó, me quería quitar ese grumo de la boca... Y tenía que explicarles que era una imperfección intencional.
Al final, no le di importancia y disfruté la fiesta todo lo que pude mientras duró... Porque eso sí, el día que nazca Julieta quizá pase más rápido de lo que desearías... Y espero que disfrutes más ese día que los imprevistos que puedan surgir.
Besos,
Tania
Uff!! Esto es lo bueno te rodearse de amigos prudentes. Gracias Tania. Tienes razón, uno proyecta los miedos que ha sentido en otras ocasiones. Lo que ahora me sucede a mi, sin embargo, es que además tengo miedo de las cosas que nunca me han ocurrido y temo que me ocurran por primera vez. ¿Ejemplos? sólo dos: 1) ser padre; 2) ser mal padre. Buaa!!!!!!
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